Los finales de año son tiempos de balance. Y en ese plan, podemos afirmar que finaliza un año de intenso trabajo, de tareas cumplidas, de muchos kilómetros recorridos, de problemas resueltos y de otros que están en vías de solución. En resumidas cuentas, se va un año en el que nos tocó asumir en el ministerio que más relación tiene con ese interior profundo de esta querida provincia de Córdoba. Y sin bien las metas son muchas y se suman día a día, asumimos con el objetivo genuino de continuar una gestión que siempre tuvo como bandera el diálogo permanente con los actores del sector agroindustrial, con el protagonista directo que permitió esta realidad de una provincia en la cima de la producción primaria: con el hombre y la mujer de campo, en definitiva.
En este recorrido fuimos avanzando en materia de conservación de suelos, pensando en las generaciones futuras; ampliamos la llegada al productor con la apertura de 12 nuevas oficinas en otras tantas localidades; promovimos la conciencia ambiental a través de planes de forestación que tienen como agentes de cambio a los chicos de escuelas primarias y secundarias; trabajamos de manera conjunta con otras áreas del Gobierno Provincial en temas que requieren de soluciones integrales; asistimos al impulso de chacarero cordobés desarrollando líneas de crédito a tasa subsidiada; y si bien nuestra mirada es siempre abarcativa, nos enfocamos en el pequeño y mediano productor para poder brindarles las respuestas o los resultados que por sí solos no pueden obtener; tratamos de garantizar la seguridad alimentaria con control, con prevención y con aportes técnicos a los municipios y comunas; a través del Programa Córdoba mi Granja, dentro del Plan de Desarrollo Noroeste, dirigimos la mirada hacia las familias de aquella zona apuntando a la producción para autoconsumo; y pensamos en la salud de los trabajadores del campo y de la población en general, intensificando la capacitación y la fiscalización en materia de productos fitosanitarios.
De todas formas, sería un pecado de soberbia inadmisible decir que hicimos mucho, sin mencionar que todavía queda camino por recorrer. Tenemos la convicción de que, el debate, el diálogo con argumentos, la honestidad y fundamentalmente la necesidad de tender hacia el bien común, son la clave hacia la solución de todos los problemas. Porque si hay algo de lo que nos enorgullecemos, es de ser gente de diálogo, de puertas abiertas y de oídos atentos. Lo demás cabe dentro de la responsabilidad de sabernos funcionarios públicos que deben cumplir con su trabajo.
2015 ya está entre nosotros. Hay que hacerle frente con todos los desafíos que con él llegan. Y hay que estar preparados, porque si caminamos, deberemos caminar más; si nos sentamos a dialogar, deberemos escuchar más; y si asumimos el compromiso de trabajar por el progreso del campo y por ende de la sociedad, deberemos honrar tal compromiso con más voluntad, con más esfuerzo y con más propuestas. Porque llega un punto en el que las palabras están de más. Por un 2015 de objetivos cumplidos.
Dr. Julián María López
Ministro de Agricultura, Ganadería y Alimentos